Las características sensoriales de la miel serán las siguientes:
a) color variable desde casi incolora hasta pardo oscuro, pero uniforme en todo el volumen del envase que la contenga;
b) sabor y aroma característico, libre de sabores y aromas extraños;
c) consistencia fluída, viscosa o cristalizada, total o parcialmente.
No debe presentar indicios de fermentación ni ser efervescente. Debe presentar una actividad diastásica mínima de 8 en la escala de Gothe, a excepción de las mieles con bajo contenido enzimático que deberán tener como mínimo una actividad diastásica correspondiente al 3 en la escala de Gothe, siempre que el contenido de hidroximetil furfural no exceda a 15 mg/kg.
En todos los casos el contenido máximo de hidroximetil furfural será de 40 mg/kg.
Todos los tipos de miel deben cumplir además:
Reacción de Lund, precipitado mín. 1.5 ml en 24 horas.
Reacción de Fiehe negativo dentro de las primeras 24 horas.