Los líquidos provenientes del proceso de faena serán rápidamente evacuados del sector, evitándose su estancamiento.
No se admitirá en ningún caso el vertimiento de la sangre proveniente de la matanza a los desagües debiendo separarse ésta del efluente. La sangre colectada se cocinará en recipiente destinado a este uso específico y retirada del establecimiento una vez cumplido el proceso.
El contenido de los estómagos de los animales faenados tampoco podrá volcarse a los desagües.
Se contará con una fosa séptica para la recolección de los residuos líquidos.
Los desagües de pluviales (techos y pavimentos) no se vertirán a la fosa séptica.
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