Los arrendatarios podrán solicitar, ante el Servicio de Salubridad Pública, la realización de una inspección para comprobar la existencia de ratas en las fincas que ocupan.
Comprobada la veracidad de la denuncia, el Servicio de Salubridad Pública intimará al propietario la realización de las obras de protección necesarias, bajo apercibimiento de la aplicación de las sanciones correspondientes.
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