Los métodos de tratamiento térmico que se utilicen para asegurar la calidad higiénico-sanitaria de la leche, no deberán modificar las propiedades físico - químicas, biológicas y nutritivas de la misma y deberán ser aprobados por el Servicio de Regulación Alimentaria. En ninguna circunstancia, la leche podrá ser objeto de más de una pasteurización, y deberá ser entregada al consumidor dentro de las 24 horas de envasada.