Desde el punto de vista microbiológico los alimentos elaborados y los alimentos de consumo directo no podrán contener:
a) Microorganismos patógenos
b) Toxinas u otros metabolitos microbianos actual o potencialmente riesgosos
c) Agentes microbianos capaces de causar alteración y que la tecnología exigible para su elaboración debió eliminar
d) Cualquier tipo de microorganismo que por su cantidad o por sus cualidades indique una manipulación defectuosa, malas condiciones higiénicas o haga presumir la presencia de microorganismos patógenos.